Londres, Inglaterra. La tenista Serena Williams cambió el ceñido vestuario que causó revuelo en el Abierto de Francia por un aspecto más conservador en su exitoso regreso a Wimbledon desde que se convirtió en madre, con una victoria en la primera ronda por 7-5 y 6-3 sobre la holandesa Arantxa Rus.
La siete veces ganadora del Grand Slam londinense, que se perdió el torneo del año pasado por estar embarazada de su hija Alexis Olympia, es considerada por muchos como la mujer a vencer en el torneo, a pesar de que llegó al evento como la número 181 del mundo.
La ex número uno del mundo demostró el lunes que está en muy buen nivel y ni una caída en el césped de la cancha uno ni un quiebre en el segundo set parecieron complicar su triunfo.
Serena necesitó seis puntos de partido para acabar con la resistencia de la holandesa, pero con un revés finalmente selló su pase a la segunda ronda.
“Ella jugó increíble. Nunca la había visto jugar así antes... No jugué lo mejor posible pero avancé", dijo Williams poco después de salir de la cancha.
Serena tuvo mejor suerte en la jornada que su compatriota Sloane Stephens, cuarta preclasificada, quien se despidió tempranamente de Wimbledon tras caer por 6-1 y 6-3 ante la croata Donna Vekic en un duelo de primera ronda.
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