Desde que el ex piloto de Fórmula Uno Michael Schumacher se accidentó en ski a finales del 2013, se ha sabido poco y nada de su salud, sin embargo, un arzobispo alemán de importantes cargos, reveló que asistió a la casa del siete veces campeón del mundo.
De acuerdo a la revista alemana Bunte, el arzobispo teutón George Gänswein, amigo del Papa Benedicto XVI y secretario del Papa Francisco, visitó a Michael en su casa de Suiza hace un par de años, presuntamente para darle acompañamiento religioso durante su enfermedad.
“Me senté frente a él, lo toqué con ambas manos y lo miré. Su cara, como todos sabemos, es la típica cara de Michael Schumacher, sólo se ha vuelto un poco más rellena”, comentó el arzobispo respecto a la apariencia de Schumacher, quien durante su carrera de aproximadamente 15 años no sufrió mayores accidentes a bordo de máquinas de metal a casi 300 kilómetros por hora, pero que en una tarde recreativa se lastimó de gravedad mientras esquiaba y se encontró con una roca que lo hizo caer y golpearse la cabeza.
Desde diciembre de 2013 no se ha sabido nada, y más bien la familia ha descartado versiones de la prensa.
“La familia es el nido protector que Michael necesita desesperadamente. Su esposa es el alma de la familia. Por supuesto que incluyo a Michael y a su familia en mis oraciones”, sentenció Gänswein.
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