Este lunes en el Estadio Volgogrado, la Selección de Arabia Saudita cerró su participación en el Mundial con un digno triunfo por 2-1 ante el combinado nacional de Egipto que no pudo ganar ni un partido en Rusia 2018, certamen en el que los dos equipos fueron animadores.
Egipto tardó 28 años en volver a una Copa del Mundo y lo hizo con tres descalabros, uno ante Uruguay por 1-0 y otro contra Rusia por 3-1, marcadores que lo dejaron sin chances de seguir con vida en el torneo que vio resurgir a los faraones.
Por Arabia Saudita, no pudieron calificar para Brasil 2014 y Sudáfrica 2010, por lo que en su retorno se esperaba un poco más de competencia, pero desde el debut se llevaron una derrota vergonzosa contra Rusia por 5-0; y una más ante la Garra Charrúa los dejó cepillados del Mundial.
El duelo de este lunes fue simplemente para cumplir con el compromiso, sin embargo, ambas escuadras salieron a despedirse de manera digna del torneo.
El marcador lo abrió la estrella Mohamed Salah al 22’, al parar un servicio a profundidad y aprovechando el bote del balón le pegó para vencer a Yasser Al Mosaleim.
Al 41’, los árabes tuvieron una chance por la vía del penal, pero detuvo Essam El Hadary, portero de Egipto que escribió historia al alinear en un Mundial a sus 45 años.
Cinco minutos después, con apoyo del VAR, Arabia tuvo un penal más a su favor y Salman Al-Faraj disparó para marcarle al veterano portero quien no pudo dejar su meta en ceros en el duelo en el que se incluyó en el libro de los récords.
El partido se alargó y el árbitro central agregó siete minutos, fue entonces que en el transcurso del sexto minuto, una triangulación terminó con un disparo de Salem Al-Dawsari que puso el 2-1 y definitivo.
Árabes y egipcios serán los primeros en hacer sus maletas y regresar a sus países para ver la continuación de la Copa del Mundo desde sus casas.
