VOLGOGRADO.- El entrenador de Japón, Akira Nishino, sabía que se jugaba mucho el jueves cuando le ordenó a sus jugadores que se conformen con la derrota 1-0 ante la eliminada Polonia en el Mundial y rezó para que Senegal no le arrebatase el puesto en octavos de final.
“No fuimos por la victoria sino que confiamos en el otro partido”, reconoció Nishino a periodistas. “Eso fue algo lamentable, pero supongo que en ese momento no tenía otro plan. Realmente no estoy contento acerca de cómo jugamos hoy, pero (...) queríamos pasar a octavos y lo hicimos, y ese es la única disculpa que tengo”.
En el Volgogrado Arena se sintieron abucheos de los hinchas cuando los jugadores japoneses se pasaban la pelota dócilmente entre ellos en los minutos finales del partido por el Grupo H, mientras Polonia, feliz con los puntos de consuelo, decidía no perseguirlos.
La estrategia de alto riesgo podía haber salido mal para Japón si Senegal empataba con Colombia en Samara.
Nishino dijo que le dio instrucciones claras al resto del equipo de que no se arriesguen a ser sancionados con tarjetas amarillas cuando envió a la cancha al mediocampista Makoto Hasebe en el segundo tiempo.
El DT dijo que quería que Japón fuera “más libre y ofensivo en el próximo partido”, que será contra Bélgica la próxima semana.
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