Esta semana inicia oficialmente el nuevo año de la NFL, el miércoles específicamente, pero a partir del lunes los 32 equipos de la liga pueden empezar a negociar por los jugadores que son agentes libres, es decir que no tienen contrato. Bien, los Raiders de Oakland no iban a esperar tanto para voltear de cabeza la NFL.
El sábado, casi a media noche, se dio a conocer la noticia que Antonio Brown, uno de los mejores receptores de la NFL en el último lustro (si no es que el mejor) iba a firmar con Raiders dejando así a los Steelers de Pittsburgh. La pregunta aquí es ¿quiénes serán los beneficiados y perjudicados tras esta operación?
Ganadores
Antonio Brown: desde diciembre ha hecho lo que ha querido. Siempre tuvo un plan; salir de Pittsburgh, criticar públicamente a Ben Roethlisberger, conseguir un equipo con un quarterback competente y un nuevo salario. Consiguió todo. Ahora, tiene 50 millones en su contrato, llega a un equipo con un quarterback decente y en un año, jugará en Las Vegas, derrotó al sistema.
JuJu Smith-Schuster: apenas se dio a conocer la operación, puso un mensaje en redes sociales con las palabras “estoy listo”, clara alusión a que ahora él será el hombre principal del ataque aéreo de Pittsburgh, dejará de ser la segunda opción y estará en él probar que puede ser la cara de una de las franquicias más emblemáticas de la NFL.
Cleveland Browns: imagínense que en el año en que mejor te va, tu rival más fuerte se debilita por partida doble. Eso le está sucediendo a los Browns que por años han sufrido el dominio de Pittsburgh y Baltimore. Los Ravens tienen muchas dudas respecto a su quarterback (Lamar Jackson) y los Steelers han perdido a dos de sus grandes figuras (Brown y Bell). Si hay un momento para tomar la cima de esa división es este.
Perdedores:
Mike Tomlin: el coach de Pittsburgh lleva años bajo la lupa y esta temporada no ha mejorado. Perdió a dos talentos de primer nivel como Le’Veon Bell y Antonio Brown sin obtener prácticamente nada a cambio. Se jactaba de ser un gran gestor de grupo y ahora se ha puesto en evidencia lo contrario. Si no empieza a ganar, podría ser su último año en Pittsburgh.
Ben Roethlisberger: se dice que amenazó al equipo “o se queda Brown o me quedo yo”, finalmente se quedó, pero el costo fue demasiado. Ahora todos saben cómo critica a sus compañeros de equipo, se ha quedado sin su mejor socio y no se hace más joven.
Chiefs y Chargers: en teoría iba a ser una temporada más para dominar el Oeste de la Americana, ahora tendrán que lidiar con uno de los mejores receptores de la liga dos veces por temporada y sin tener gran talento en su secundaria.