El sentido común es el menos común de los sentidos y cada vez más se sigue comprobando esta máxima. O al menos esa es la lectura que le doy a lo siguiente.
Una persona en un puesto de toma de decisiones, de poder e influencia sobre el destino inmediato de una organización, que arma un equipo en la NFL durante el periodo de agencia libre y el draft; no está más.
Hoy por la mañana se daba a conocer la decisión de separar de su cargo al gerente general Mike Maccagnan.
La razón o razones emergerán en las siguientes horas con respecto a los Jets de Nueva York pero la incógnita e incertidumbre alrededor de este equipo seguirán por un buen lapso, alrededor de la liga y sobre todo en la mente de los aficionados en la Gran Manzana.
Lo que se sabe hasta el momento: diferencias de opiniones con respecto al rumbo de los Jets de Nueva York y los jugadores que propiciarían ese cambio.
Específicamente con la contratación de dos jugadores y dejar partir a otro que estaba en planes del entrenador Adam Gase, mismo que ahora está como gerente general interino.
C.J. Mosley y Le’Veon Bell, la discordia entre Mike y Adam. No por la calidad de los mismos sino por el precio acordado y dinero garantizado; además del ahora jugador de las Panteras de Carolina, el centro Matt Paradis; a quien Gase consideraba pieza angular en su reestructura.
La única duda que tengo y espero pronto salga la información para disiparla es: ¿por qué dejar a un hombre tomar las decisiones de una organización para luego dejarlo ir?
Si entre gerente general u entrenador no se ponen de acuerdo pero y el dueño otorga su venia y respalda a uno, ¿qué tan prudente es ahora deshacerte de él?
Si tenemos en mente que siempre la idea en cualquier negocio o empresa la idea es dar resultados; ahora ¿quién será el responsable del éxito o fracaso del mismo?
En fin, reiterando lo dicho párrafos anteriores, la historia se irá desarrollando y solo el tiempo le dará la razón a alguna de las dos partes en discordia.
Dr Eduardo Ruiz
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